Hace ya algo más de un mes de la multitudinaria manifestación en Avilés, en defensa de Alcoa y su eco aún perdura. Y perdurará mientras no se encuentre una solución que nos permita descansar este último mes del año lleno de luces.
Sin duda, hubiéramos querido otro fin de año menos incierto; pero a veces las cosas llegan de forma anunciada, otras sin anunciar, pero igualmente llegan y no queda más que sacar las fuerzas como sea y de donde sea. A veces los sueños se rompen entre árboles y adornos navideños y no entendemos por qué. Pero no podemos olvidar ni darlo por zanjado, se trate de la época del año que se trate.
Abandonar el estado de confort, arrimar el hombro, salir a la calle y reconocerse entre la gente, escuchar y también gritar con la voz de la indignación. Hubiera preferido, sin duda, una buena lectura al calor de alguna chimenea rústica y acordes de jazz. Hubiera preferido una copa burbujeante, pero aquí está ella, la cruda realidad, imponiéndose. Y no, ya no queda otra, no queda otra ¡maldita sea!
Apelo a quien se deba apelar, para que ya sea en despachos o en tribunales, ya sea en juntas directivas, ya sea en juntas generales, en comisiones de gobierno o en bailes de salón entre agenda y agenda, se resuelva y no se olvide.
Apelo en castellano, asturiano, gallego, inglés o esperanto, apelo para que se resuelva y no se olvide y no se pierda ni se ahogue el grito compartido que hace más de un mes discurrió como una lengua de lava por cada calle y cada rincón de Avilés.
Y no resignarse y no claudicar, aunque las fuerzas decaigan. Adelante, siempre adelante, avanzando en este camino a veces tan absurdo, pero siempre, siempre mirando hacia delante ya sea rumbo hacia occidente o hacia al sur pero sin dejar de mirar hacia el norte, contagiándonos siempre de la bravura de nuestro mar.
Hoy he leído una cita que Esteban Maldonado, un amigo, ha hecho de Bukowski y creo que puede ser apropiada: “Es Navidad desde finales de octubre. Las luces se encienden siempre antes, mientras que las personas son cada vez más intermitentes. Yo quiero un diciembre con las luces apagadas y con las personas encendidas.”
Pues yo quiero aún más, que las luces se enciendan, que las personas se enciendan y que no haya nada ni nadie que logre ahogar ese eco, el eco de Alcoa aun en Navidad.
Independientemente de que no tengamos ningún familiar o amigo que esté pasando en este momento por esta situación debemos de ser solidarios y consecuentes con lo que sucede a nuestro lado. ¡Mucho ánimo!
Un tema, el eco de algo a, que desgraciadamente está muy de actualidad, contado de forma elegante y lleno de solidaridad y reinvidicaciones. Espero como tú dices, que las luces no sé apaguen más allá de la Navidad. Mi más sincera enhorsbuena
Muchas gracias por tu comentario. Conviene apoyar empezando por lo que sucede a nuestro lado. Aunque no conozcamos a nadie afectado, debemos pensar que los efectos son muy extensos por lo que de un modo u otro todos acabamos implicados.
Independientemente de que no tengamos ningún familiar o amigo que esté pasando en este momento por esta situación debemos de ser solidarios y consecuentes con lo que sucede a nuestro lado. ¡Mucho ánimo!
Un tema, el eco de algo a, que desgraciadamente está muy de actualidad, contado de forma elegante y lleno de solidaridad y reinvidicaciones. Espero como tú dices, que las luces no sé apaguen más allá de la Navidad. Mi más sincera enhorsbuena
Muchas gracias por tu comentario. Conviene apoyar empezando por lo que sucede a nuestro lado. Aunque no conozcamos a nadie afectado, debemos pensar que los efectos son muy extensos por lo que de un modo u otro todos acabamos implicados.