Aquellos compañeros
La Nueva España, miércoles 25 de abril de 2018

Hoy no tengo el vino triste como reza el tango, pero puede que tenga el bollo de Pascua algo melancólico, al que, por otra parte, me declaro abiertamente adicta.

Y es que recuerdo cuando Nicolás, uno de los profesores de Física y Química del Instituto de Salinas en la década de los ochenta, con su semblante más serio de lo acostumbrado, irrumpió en el aula y dijo: “Dejen sobre la mesa únicamente un folio en blanco y un bolígrafo”. “¡Buf,!” pensamos, aunque no nos atrevimos a decir nada, aquello era demasiado hasta para Colás: un examen sorpresa, cuando al día siguiente comenzaban ya las vacaciones de Semana Santa… “Menos mal, que llevo al día el movimiento uniforme”. Mientras pensaba en que la aceleración era constante en ese tipo de movimiento, Colás, con tono bastante grave dijo: “Anoten: bollo de Pascua, ingredientes: 750 gramos de mantequilla, la mejor que podáis encontrar, 750 gramos de azúcar, 750 gramos de harina…” Entonces, nos miramos atónitos y las carcajadas fueron sonoras como nunca: no era un examen sorpresa, Colás nos estaba dando la receta del bollo de Pascua, el típico de la comarca de Avilés, para que durante las vacaciones lo elaborásemos en una versión casera. Después de todo, como el decía, la cocina no dejaba de ser una faceta más de la Física y la Química…

No he olvidado tampoco a la excelente profesora, Isabel Menéndez, a la que siempre estaré agradecida y que tanto influyó en que la literatura acabase siendo para mí una auténtica pasión. Y a quienes no podré olvidar, por supuesto, es a todos aquellos compañeros de aula: Susana, Begoña, Machi, Ana, Fifa, Liana, Carmen, Raquel Fe, Belén, Maribel, Eloy, Javi, Quique, Santiago, Ramón, Serdio, Alejandro, Rubén…

Todos éramos muy distintos; pero la ilusión y los prodigios nos unían y, entonces, cada día era un prodigio: como la mañana en que la playa de Salinas amaneció nevada. Y es que, si alguna vez disfruté de algún tipo de complacencia atávica de pertenecer a algo, fue formando parte de aquel grupo de compañeros de aula durante cuatro cursos de auténtica camaradería. Muchos años después de aquello, se organizó una cena a la que asistí. No sé si después hubo alguna más: Susana, ¿no habría que ir pensando en organizar otra?

Hoy me he sentido unida a aquellos compañeros de aula, porque aunque el tiempo a veces traiga consigo el olvido, otras, como si de un telar se tratase, nos convierte en urdimbre y en tejido.

40 Comments on “

  1. Un poema hecho desde el corazón, muy entrañable y bonito. Perfecto, como siempre. Alguien dijo una vez «buena poetisa, buena persona» y eso mismo pienso yo.

  2. Muy bonito. Yo ahora valoro mucho esos tiempos pasados, soy un nostálgico sin remedio. Y nobhsy nada que más nostalgia me produzca que asociar una canción a un momento determinado.

  3. MuMe encanta porque está escrito desde el corazón, tiene mucho sentimiento y sensibilidad. Mi más sincera enhorabuena, es magnífico como siempre

  4. Muchos recuerdos bonitos,también aveces tristes,porque sabemos que no volveremos a ser así,está bien que alguien sepa transmitirlo,y si es tan brillante como tu…..es fantástico,me alegra mucho

    1. Rubén, en primer lugar muchas gracias por tu comentario. Alguien dijo que la materia ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Seguro que el 16 de junio tendremos algunos ejemplos de ello.
      Nos vemos. Me ha alegrado mucho tu comentario.

  5. ¿Quién dijo que no se podía viajar en el tiempo? Con tu artículo nos has trasladado a una época maravillosa y nos has hecho comprender que no sólo compartimos los mismos recuerdos, sino los mismos sentimientos que esos recuerdos nos evocan. ¡Muchas gracias, Carmen, por agitarnos el corazón! ¡Y sí, yo he hecho el bollo de Pascua con la receta de Colás cada año desde entonces!

    1. Azucena, por fin… Me alegra muchísimo saber que año tras año utilizas la receta de Colás para hacer el bollo de Pascua. A ver si me la pasas cuando nos veamos el 16 de junio. Creo que con tu declaración la pregunta de Machi queda resuelta. Muchas gracias a ti, Azucena, por tu comentario y tus cariñosas palabras.

  6. El leeer esta evocación de Carmen me siembra, en el espíritu mío que de mi parte es el único que ya la conoce, unas ganas tortuosas por haber estado allí, junto a ella, a lo mejor y compartiendo pupitre, en esa entrañable generación del Instituto Salinas que con tanto cariño recrea. La receta para preparar el mentado «Bollo de Pascua» y la confusión originada por la orden del profesor de sacar papel y lápiz, a la distancia de los años le sirvió de pretexto a la escritora para calentar el pulso y soltar la pluma. Y dulce como es deshilvanó recuerdos, liberó instantes atrapados «per saecula saeculorum» en la insondable sima del tiempo…

    1. Querido René, gracias por permanecer siempre aquí, pues a pesar de que residas allende los mares en la hermosa y exuberante Colombia, el seguimiento que haces siempre a mis textos y tus comentarios, que denotan siempre el espléndido escritor que eres, crean y recrean la patria de las palabras, que no es otra que el aquí y el ahora más intenso e inimaginable. Abrazos, amigo.

  7. Que etapa divertida e inspiradora ¡¡ ,porque todo se dió para eso,los profesores y los chicos y chicas a los que admiro.Por eso, sacado de su contexto de momento,lugar y gente,podría juzgarse de cualquier forma.
    Pero el destino nos junto a un grupo humano y natural, que se permitió y disfrutó de Ser y se convertíría en una diaria experiencia novedosa, curiosa,mixta.Creo que bailamos la música de la vida.

    1. Quique, disculpa por haber tardado unas horas en aprobar tu comentario. Tu comentario además de encantarme me parece no solo divertido, sino profundo hasta «zen» diría yo. Y creo que has dado en el clavo con ese: «creo que bailamos la música de la vida».
      ¡Y bailaremos todos, seguro, el 16 de junio! ¡Gracias, Quique!

  8. Que bonito artículo, Carmen
    ¡Tu siempre tan sensible, siempre tan brillante!
    El día 16 no podré asistir a la cena pero espero que nos podamos ver en cualquier otra ocasión y sin ningún motivo especial. Solo para charlar, recordar…
    Un fuerte abrazo
    Liana

    1. Querida Liana, Liana querida y dorada. Estaba deseando recibir tu comentario. Aquellos años de sombras y brillos, muchos brillos, me han calado muy hondo. A veces por timidez adolescente, tal como comentaba Javi en su comentario, no expresamos todo lo que hubiésemos querido expresar; pero ahora que ya han pasado algunos años de todo aquello, quiero transmitirte un profundo agradecimiento por todo y también por tus palabras que convierten a este humilde y sentido artículo en joya. Habrá otras ocasiones, seguro. Abrazos, amiga.

  9. Es una maravilla Carmen.!
    Aunque de forma muy vaga si me acuerdo tu brillantez en la clases de Literatura aunque yo estuve en la clase de Arancha.
    Me ha llamado la atención la frescura del mensaje y lo bien que lo has reflejado y el acercamiento de nuevo a la realidad del momento, a nuestra etapa de tercero y COU.
    Francamente bonito y conmovedor. Muchas gracias.

    1. Alejandro, muchísimas gracias a ti. Con tu comentario ya formas parte del collage. Si la memoria no me falla eras bastante amigo de Santi, deportista, atlético. Siempre pensé que podrías hacer buena pareja con una compañera de clase a la que apreciaba mucho y era también muy brillante, pero… Jajaja. No contaré más. ¡Nos vemos el 16 de junio! Será genial. Gracias de nuevo a los organizadores.

      1. Si, yo era bastante deportista y a otro nivel sigo moviéndome y haciendo cosillas. Lo que comentas, creo que si que pudo haber algo de eso, ya sabes, la circunstancias del ese momento. Fue bonito en todo caso….lo recuerdo bien…

        1. ¡Qué tiempos, Alex! Será estupendo vernos y aunque no estemos todos, lo de crear ese grupo de guasap, nos permitirá estar y continuar en contacto. Nos vemos el 16 de junio. A ver si animas a otros compas a que también hagan comentarios. Gracias.

  10. Carmen, me pregunto si alguno de los compañeros hizo el bollo de pascua con la receta dictada!!! ?????
    Gracias por retrotraernos a esos momentos de adolescencia donde la vida entera aún estaba a nuestros pies.
    Un beso, amiga.

    1. Machi, primero: ¡Qué alegría! Y segundo ¡qué bueno lo que planteas! No sé si algún compañero hizo el bollo de Pascua en su casa. Les preguntaré el 16 de junio. Pero, no sé si habría que organizar una quedada con bollo de Pascua casero y chocolate en alguna ocasión. ¿Se lo digo a Susana? ¡Me parto! Jajajaja

  11. muy bueno carmen, ne ha gustado mogollon leerlo, ni yo mismo lo habria escrito mejor,……………….. en un millar de vidas, jajjajaja, eres una crack, por cierto tenia totalmente olvidada la historia del nicolas, por cierto gracias por formar parte de la historia

  12. muy bueno carmen, ne ha gustado mogollon leerlo, ni yo mismo lo habria escrito mejor,……………….. en un millar de vidas, jajjajaja, eres una crack, por cierto tenia totalmente olvidada la historia del nicolas

  13. Recuerdos que parecían olvidados. Qué bien transmites lo que quieres contar! Ya en el Instituto daba gusto escuchar tus comentarios de texto, siempre impredecibles, siempre sorprendentes. Como esta columna de periódico.
    Haces recordar lo que éramos entonces; no había competencia, todo era ilusión y siempre se trataba de sumar. Con mucha expectación espero al 16 de junio y volver a encontraros a todos. Poder decir aquello de cómo hemos cambiado y, sin embargo, seguir siendo en esencia aquellos compañeros.
    Un placer leerte, Carmen.

    1. Gabi, destacas aspectos muy interesantes: en el compañerismo no cabe la rivalidad y sí, la cooperación o la colaboración a través de las cuales los logros alcanzan trascendencia. También yo recuerdo tus comentarios. Eran muy buenos.
      Te recuerdo estudiosa y sonriente. Un placer volverte a ver y charlar. Te agradezco mucho el comentario. Abrazos.

  14. Carmen ya en el Instituto eras la mejor en literatura con tus comentarios de texto, y ahora estás escribiendo en el periódico. Gracias por este artículo, será la memoria escrita sobre todos nosotros en el Instituto de Salinas….. La semilla de la cena que vamos a hacer el 16 de junio de 2018. Que talento mi querida amiga !!!!!!

    1. Susana, aunque sé que tus palabras vienen originadas por la amistad y el cariño que nos tenemos, no puedo negar que me conmueven. En fin…, creo que sobra añadir más. Abrazos, querida e incondicional amiga y muchas gracias por tu comentario.

  15. Qué bonito, Carmen!!! Me acuerdo perfectamente de la playa nevada. Y la época del instituto me viene a la cabeza constantemente. Para mí fue como una liberación, pasar de un colegio de monjas y solo chicas a la libertad que teníamos en el insti y encima chicos!!! (Oh, Dios mío). Pero, sin duda, lo mejor de todo mis amigas que aún conservo y son una maravilla ???.
    En fin, todo este rollo para deciros que tengo muchas ganas de veros a todos el 16 de junio y para dar las gracias a los organizadores.
    Un beso para todos,
    Amalia

    1. Querida Amalia, yo también pasé por una experiencia parecida: Tras colegio de monjas, instituto mixto y al lado de playa. Y sí, mágicamente hasta nevó. ¡Qué ganas de verte! Y ¡Qué bien que tengamos esos compañeros organizadores que convierten en realidad lo que otros soñamos. Besos. ¡Nos vemos! Gracias.

  16. Un placer, sentir que compartimos un poco de historia en común y tenemos unas mismas raíces, que nos ayudan a seguir disfrutando y Viviendo la vida. Enhorabuena Carmen por haber sido la semilla de este reencuentro. Nos vemos pronto!!!. Salu y Llarga Vida 🙂

    1. Santi, ¡Qué alegría! Aún me acuerdo de aquel niño rubio y educado… ¡Será genial! No miento en el artículo, siento que en aquellos años forme parte de un todo y que no sería nada sin vosotros. Gracias por tu comentario y disfruta del día soleado. Nos vemos. Abrazos.

  17. Me ha gustado mucho tu texto, Carmen. Tanto que me hubiese gustado ser uno de tus compañeros de clase. Has escrito un texto realmente hermoso. Gracias.

  18. Me ha encantado tu artículo, Carmen. Me ha traído tan buenos recuerdos del Instituto de bachillerato de Salinas, de buenos compañeros y de aquellos profesores especiales que dejaron huella y a los que uno siempre recuerda. Tú mencionas a Isabel Menéndez; en mi caso fue Arancha, sin duda alguna la mejor profesora de literatura que he tenido en mi vida. Recuerdo cómo en sus clases descubrí el gusto por la literatura, unas clases en las que te daba la oportunidad de que comentases lo que tú entendías o lo que te transmitía un poema determinado. En su momento, al terminar COU, no me atreví a ir a hablar con ella y decirle lo mucho que me habían gustado sus clases, pero tuve la oportunidad de contárselo unos cuantos años más tarde, cuando yo ya era profesor y me encontré con ella en un curso de formación en Avilés, en el que también estaba Rosa Pacios, profesora de inglés también en nuestro instituto. Fue un encuentro muy especial y siempre llevaré ese recuerdo conmigo. Todo eso me ha traído a la memoria tu entrañable artículo, así que muchas gracias y muchos besos.

    1. Muchas gracias a ti, Javier, por compartir también tus recuerdos. Creo que fueron unos años muy especiales. Tu comentario matiza y enriquece el artículo. Confío en que nos veamos pronto y puedas relatarnos tus experiencias en la India, Turquía, etc.

  19. Querida Carmen, aparte de lo precioso que es este artículo y de la alegría de encontrarte convertida en poetisa, qué emoción tu recuerdo y qué bello mensaje para el mundo: “Todos éramos muy distintos, pero la ilusión y los prodigios nos unían” “…aunque a veces el tiempo traiga consigo el olvido, otras, como si de un telar se tratase, nos convierte en urdimbre y en tejido”.
    Hay que sembrar ilusiones y prodigios hasta la saciedad para unir, en urdimbre y tejido, a los mundos distintos tan enfrentados.
    Gracias por la belleza, el recuerdo y la esperanza.
    Raquel Fe

    1. Querida Raquel Fe, ¡Qué risas compartimos juntas! y, como tu dices, que alegría reencontrarte. Cuando nos veamos debes hablarme sobre tus actividades en Naciones Unidas. ¡Tú sí que vales! Nos vemos en Navidad. Besos.

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