La Nueva España, sábado 21 de Enero de 2017
Me pregunto cómo serán los amaneceres en las sabanas, en los poblados de casas de adobe, en las tierras desérticas de Burkina Faso y los intuyo rojos y brillantes, muy brillantes, al observar esa luz tan especial que desprenden los ojos de Pepa, Ilana y Emma mientras conversamos.
Ilana, Emma y Pepa son tres mujeres jóvenes que un día optaron por abandonar la comodidad de sus casas y países: EEUU, Isla Reunión (Francia) y España para trabajar o, mejor, cooperar en África.
Emma, Pepa e Ilana se conocieron en Burkina Faso, y comparten una visión de la cooperación alejada de esa otra, un tanto distorsionada, que a veces podemos tener desde aquí. Me refiero a que su labor es de colaboración en un plano de total igualdad con los habitantes del país. Tanto es así, que Ilana, epidemióloga y experta en nutrición, relata que en algunas de sus experiencias africanas se integró absolutamente como un miembro más de la familia, hasta el punto de que aprendió a hablar moré, la lengua de los mossi, grupo étnico mayoritario en Burkina Faso, antes que francés; durmió a la intemperie protegida tan solo por una mosquitera y, a veces, también compartió con su familia africana la escasez de agua. Pero una de sus mayores satisfacciones es que, cuando en el poblado nace una niña de tez más clara de lo habitual, le dan el nombre de Ilana.
Pepa me dice que siempre tuvo claro a lo que quería dedicarse incluso desde niña. Cuando alguien le preguntaba que quería ser de mayor solía contestar que quería ser misionera. Aunque, no haya sido exactamente eso, no andaba descaminada con su contestación pues, si bien es economista, su profesión la ha enfocado hacia la labor solidaria.
La esencia de Emma es un valioso crisol cultural y étnico, buceando en sus orígenes hindús estuvo un tiempo en la India y después decidió a qué quería dedicarse. Emma ha estudiado Ciencias Políticas y desarrolla su labor en Sudán del Sur. A veces, circulando hacia su casa, oye disparos. En Sudán del Sur no solo se muere por falta de agua y alimentos, también a causa de las balas. Le pregunto si siente miedo. Me responde, con sorprendente serenidad, que su organización no es el objetivo de los disparos.
Lo que más les duele a las tres es preguntarse cada día, si en ciertos contextos, lo que hacen sirve para algo.
Sí sirve. Os envidio por vuestro valentía. Gracias. Y finalizo diciéndoles: Sois auténticamente brillantes.
Unas santas en vida. Olé por ellas. Gran labor
Así es. Gracias por tu comentario y el salero con el que lo has expresado.
Me ha gustado mucho el artículo, nos informa, a la vez que describe la labor de estas tres mujeres , que tienen toda mi admiración por ser capaces de renunciar a las supuestas comodidades de la vida moderna y seguir sus convicciones .
No es un camino fácil desde nuestro punto de vista, y por eso dudan de que tenga sentido lo que hacen, pero yo creo que en el fondo saben, que si lo tiene, que si proporcionan ayuda y mejoras en la vida de algunas familias y que será una de las muchas gotas que forman el mar de la colaboración y que toda ayuda que se pueda prestar es necesaria e importante. Yo pienso que no sólo en África, es necesaria la colaboración, no todos tenemos la valentía necesaria para llevar una vida de ese tipo, pero igual de importante es ayudar a nuestros semejantes que viven al lado, cualquier gesto puede ser importante, para un ejemplo, dar conversación a una persona mayor ingresada en un hospital a la que nadie viene a ver porque no tiene familia, hacer que su tarde no sea tan larga y solitaria también es una gota de colaboración, que se une a otras muchas gotas y que no solo hacen feliz a las personas que la reciben sino también a la que la da.
Sí, creo que siempre debe haber en nuestras vidas un espacio para la solidaridad. Gracias.
Un ejemplo a seguir.
Una descripción fantástica de la actvidad de 3 cooperantes, en la que podemos observa su labor desinteresada e interés por la humanidad.
Qué decir¡ .Simplemente Gracias por haber gente como las personas aquí descritas
Muchas gracias a ti por tu acertado comentario.